Martha Nussbaum: La democracia necesita de las humanidades

Por Daniela A. Cantillo Páez

Martha Nussbaum en su libro, titulado sin fines de lucro: la democracia necesita de las humanidades explica la relación pertinente entre democracia y las humanidades. Nussbaum argumenta que las humanidades son esenciales en el desarrollo del ser humano porque de allí surgen las habilidades fundamentales para vivir en democracia. 

Ninguna democracia puede ser estable si no cuenta con el apoyo de ciudadanos educados para ese fin. Si queremos una democracia viva debemos de cultivar ciudadanos más reflexivos y críticos. Una educación basada en la disciplina estética y humanista es indispensable para vivir en una sociedad democrática y también para comprender el contexto. 

Nussbaum postula que las humanidades son necesarias para generar el pensamiento crítico, para superar las lealtades locales y acercarse a los problemas existentes como un ciudadano del mundo y por supuesto, la capacidad de ponerse en el lugar del otro no como cifras u medios para alcanzar fines económicos, sino como seres complejos que no podemos objetivar ni aprehender a través del conocimiento ni de la explotación económica. 

Como sostiene Sócrates, la democracia necesita ciudadanos que puedan pensar por sí mismos, en lugar de deferir a la autoridad, que puedan razonar juntos sobre sus opciones en lugar de simplemente negociar sus argumentos y contra-argumentos. Por lo tanto, las humanidades son esenciales para subsistir en una democracia y de igual forma, para que haya una viva democracia se necesitan de las humanidades.

La formación humanista aporta en gran medida a la formación en educación básica primaria, las artes y humanidades ayuda a impulsar el desarrollo emocional e intelectual del niño a través del juego como forma de expresión para enriquecer su potencial en beneficio a su desarrollo integral. 

Nussbaum afirma que, el juego incluso funciona como un fenómeno educativo, pues les enseña a los niños como pueden relacionarse con sus compañeros sin mantener el control absoluto. Se fomenta la interiorización de valores vinculados con la empatía, el respeto, responsabilidad, solidaridad, cooperación a través de las actividades de aprendizaje. También, sirve para conectar nuestras experiencias de vulnerabilidad y sorpresa con la curiosidad, el asombro, la imaginación, creatividad e innovación en lugar de conectarlas con la ansiedad y los caprichos. 

Estas experiencias luego se optimizan y se profundizan con un programa curricular adecuado que acapare las necesidades del estudiante centrado en la formación de las disciplinas estéticas y humanistas. Asimismo, la formación se continúa procesando en los niveles de educación secundaria y en la superior.

El maestro es un artista, que moldea ese material humano con el que tiene que trabajar; Compara el profesor con un escultor. Es decir, como maestros al hacernos cargo de nuestro oficio, es necesario hacerlo con vocación y no por una obligación. Asimismo, debemos de estar al tanto de los cambios actuales en el contexto; para así, trasmitir nuestras lecciones en forma de palabras hermosas y enriquecedoras con nuestra oratoria acompañada con una sonrisa para alentar el aprendizaje en nuestros estudiantes. 

El docente es el encargado de despertar la curiosidad, la motivación y el deseo de aprender de los niños. Los maestros debemos de adquirir nuevas formas de enseñanza y desarrollar estrategias a largo plazo. No solamente enfocándonos en el momento, ni seguir al margen el currículo y manuales establecidos por las entidades educativas. Es importante tener en cuenta los conocimientos del aprendizaje en las fases de desarrollo en los niños y sus intereses. De este modo, garantizaremos la elaboración de una clase práctica y que motive al estudiante a aprender. 

El maestro debe ser un ente flexible ante los problemas presentados en el aula de clases, ya que lo que se planifica en el aula al llevarlo a la práctica se altera y si se descuida el lenguaje se puede perder el proceso de enseñanza-aprendizaje.

Nos hace un llamado a la acción bajo la forma de un plan que reemplazaría un modelo educativo pernicioso para la democracia por un modelo que la promueva, demuestra con argumentos que las artes y humanidades contribuyen los cimientos de las ciudadanías. 

A lo largo de los años, la educación se ha modificado con el fin de abastecer las necesidades del estado para así, brindarles a los estudiantes las herramientas y recursos necesarios para afrontar los problemas del mundo, bajo el perfil de un ciudadano integro. 

Por ello, las entidades educativas han construido estrategias convergentes para adquirir beneficios a corto plazo cultivando habilidades útiles y altamente aplicables, adaptadas a fines lucrativos. 

De esta manera se forman individuos que carecen de la capacidad de reflexionar y a quienes no se les ofrece la preparación necesaria para desarrollar sus capacidades, por el contrario, se les enseñan competencias que los vuelven aptos para un trabajo de producción y para el cual no requieren de una aptitud empática. Tales sujetos sólo precisan contar con ciertas aptitudes que no les van a contribuir en su desarrollo ciudadano.

Por otro lado, las artes y la estética pueden cultivar la simpatía de los estudiantes de muchas maneras, una buena educación puede llevar a los jóvenes a sentir genuina compasión por las necesidades de los demás, y puede conducir a verlos como personas con derechos iguales a los suyos.

Por consiguiente, si la descuidamos puede provocar erosión de problemas y correríamos riesgos. 

Esta obra, nos enseña la importancia de aprender a convivir con otros y a pensar adecuadamente por nuestro propio medio. Se sabe que la educación es la mejor arma de solución para la problemática abarcada por el cual debemos hacer un frente y hallar una pronta mejora.